Si bien todos tenemos la capacidad de sentir compasión e ir en pos de ayudar a los demás, hay personas que tienen un especial interés e inclinación por ofrecer ayuda práctica y concreta a aquellos que más lo necesitan. Si eres de esas personas que se interesan por el bienestar de aquellos que están pasando necesidades o problemas sociales complejos, entonces esta breve explicación del ejercicio de la administración pública te puede interesar.
El servicio público
El servicio público busca asegurar el abastecimiento a la población de ciertos productos considerados esenciales, tales como educación, salud, abastecimiento de agua, luz, electricidad, entre otras cosas. Todos esos recursos entregados por las distintas entidades a cargo son públicos, y quienes se dedican a administrar esos recursos son los administradores públicos, los cuales hacen un trabajo en pos del bienestar de la comunidad.
Al mirar de esta forma el ejercicio de la administración pública nos damos cuenta de que su trabajo es por y para las personas, es decir, cada uno de los profesionales que se dedican a esta rama de las ciencias sociales, debe velar por dar un buen trabajo para suplir las necesidades de otros.
Gestionando recursos de otros
Las y los administradores públicos son los responsables de gestionar y administrar recursos que no son propios de ellos, por lo tanto, tienen una gran responsabilidad en este sentido. Por otro lado, deben procurar que cada uno de esos recursos cumplan con el objetivo por el cual fueron creados, sin desperdiciar nada.
Extrapolando esta labor a un ejemplo sencillo, es como si el administrador público tuviese que repartir la torta de cumpleaños de otra persona, lo que el cumpleañero espera es que la torta sea bien repartida entre todos los asistentes y el que reparte debe cumplir que todos los asistentes tengan una porción, porque no es su torta.
Sin duda el trabajo de una o un administrador público tiene una gran responsabilidad, donde por un lado debe encargarse de administrar bien, pero sin olvidarse de que los usuarios finales de esos recursos son personas con necesidades. Es decir, en el Ministerio de Educación trabajan administradores públicos, los cuales deben gestionar, desde sus oficinas, un sinfín de recursos y finanzas relacionadas a la educación, pero no deben olvidar que los beneficiarios finales, es decir, miles de niños y familias, necesitan muchas veces una respuesta rápida y de calidad a su necesidad educativa.
De este modo, los profesionales en administración pública pueden servir a las personas por medio de una profesión, por medio de una carrera, especialización o un programa de continuidad de estudios en Administración Pública se entregan las herramientas necesarias para ejecutar bien esta gestión de recursos y así ofrecer un buen ejercicio del servicio público. Además, una formación profesional ofrece el marco teórico necesario para entender asuntos más complejos como el derecho administrativo, la historia política y social del país, gestión territorial, entre otras cosas.